El Banco Popular de China emitirá para el próximo 25 de noviembre una nueva moneda conmemorativa de circulación de 5 yuanes, como parte de su serie dedicada a la Ópera de Pekín.
La Ópera de Pekín, también conocida como Jingju (京剧), es una de las formas más representativas y emblemáticas del arte escénico tradicional chino. Surgió a fines del siglo XVIII y se consolidó en el siglo XIX durante la dinastía Qing, convirtiéndose rápidamente en el entretenimiento preferido de la corte imperial y extendiéndose luego entre todas las clases sociales. Por su profundo valor artístico y cultural, fue inscrita el 16 de noviembre de 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Este género teatral combina de manera armoniosa el canto, la declamación, la actuación, la danza y las artes marciales, creando un espectáculo de gran riqueza expresiva. Las representaciones se basan en historias procedentes de la literatura clásica china, crónicas históricas, leyendas populares y relatos morales, en los que se destacan valores como la lealtad, la justicia, la valentía y la piedad filial.
El idioma utilizado en las interpretaciones es principalmente el dialecto de Beijing, y los libretos se componen siguiendo normas estrictas de métrica, rima y ritmo. La música cumple una función esencial dentro de la obra: marca el tempo de las acciones, define el carácter de los personajes y acentúa la atmósfera emocional de cada escena. En la música “civil” (wenchang) predominan los instrumentos de cuerda y viento, como el jinghu, un violín de dos cuerdas de sonido agudo y penetrante, y la flauta dizi. En contraste, la música “marcial” (wuchang) está compuesta principalmente por percusiones, entre ellas el bangu (tambor principal) y el daluo (gran gong), que aportan intensidad y dramatismo a las secuencias de acción.
La puesta en escena de la Ópera de Pekín se caracteriza por su fuerte carga simbólica y estilización. Los decorados suelen ser mínimos, lo que otorga protagonismo al movimiento escénico y a la imaginación del público. La gestualidad de los actores —desde la mirada hasta la posición de los pies— responde a un lenguaje codificado que requiere años de aprendizaje. Los trajes, elaborados con seda bordada y adornos dorados, son de gran colorido y se combinan con un maquillaje facial altamente simbólico: cada color y diseño revela la personalidad, el rol y el temperamento del personaje (por ejemplo, el rojo representa la lealtad y el negro la rectitud).
La transmisión de este arte se realiza tradicionalmente mediante la enseñanza directa entre maestros y discípulos, siguiendo un riguroso proceso de aprendizaje basado en la observación, la imitación y la práctica constante. Gracias a este método, la Ópera de Pekín ha preservado su autenticidad y refinamiento técnico a lo largo de los siglos.
Hoy en día, la Ópera de Pekín sigue siendo una manifestación viva del patrimonio cultural chino. Continúa representándose en los principales teatros de Beijing, Tianjin, Shanghái y otras ciudades, y se promueve activamente tanto en China como en el extranjero.

El reverso de la moneda presenta la imagen de un «jing» (personaje masculino de rostro pintado) de la Ópera de Pekín, con detalles a color y motivos decorativos, junto con la leyenda «Arte de la Ópera de Pekín» y el valor facial «5 yuanes».

Por otra parte, el anverso de la pieza presenta el emblema nacional de la República Popular China, junto con la inscripción «República Popular China» en la parte superior y el año «2025» en la inferior, acompañado de imágenes de instrumentos musicales de la ópera china.
Características técnicas de la moneda y su emisión
| País: | China |
| Año: | 2025 |
| Valor facial: | 5 yuanes |
| Metal: | Latón |
| Peso: | 13,1 g |
| Diámetro: | 30 mm |
| Volumen de emisión: | 60.000.000 |






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