Durante el primer trimestre de 2025, el Banco de Lituania emitirá su primera moneda de 2 euros conmemorativa del año bajo el nombre de «Defensa del Estado lituano». El diseño de la moneda es fruto de un concurso de diseño convocado para la ocasión en el que textualmente se pidió a los participantes lo siguiente: «El tema de la defensa del Estado lituano contra ataques armados extranjeros debe reflejarse en la moneda a través de medios artísticos».
Ya ha sido seleccionado el diseño ganador que será representado en la nueva moneda, diseño que os muestro a continuación gracias a nuestro compañero Paul (Euromunter).
En el anverso de la moneda conmemorativa, dedicada a la defensa, se representan los contornos de Lituania. Las fronteras estatales están rodeadas por una barrera de espinas estilizadas, como si de un erizo se tratase, que simboliza el concepto de defensa integral y de toda la sociedad. La imagen del erizo también representa la apertura y la fragilidad de las sociedades libres, que deben defenderse al máximo frente a las amenazas externas. Lituania se presenta como un erizo que siempre está listo para defenderse. En el centro del anverso figura la inscripción «LIETUVA» (LITUANIA), el año de emisión (2025) y la marca de la ceca de la Casa de la Moneda de Lituania.
Esta moneda contará con un volumen de emisión de 1.000.000 de piezas, 990.0000 se distribuirán en rollos de 25 monedas y otras 10.000 en calidad BU lo será en coincard.
Sobre el tema de la moneda – Defensa del Estado Lituano contra Ataques Armados Extranjeros
Lituania, una de las tres repúblicas bálticas, se encuentra estratégicamente situada en Europa del Este, en la frontera con Rusia y Bielorrusia, dos potencias que han desempeñado un papel clave en la configuración de su historia y sus políticas de defensa. Desde su independencia en 1990 tras la disolución de la Unión Soviética, Lituania ha trabajado arduamente para construir un sistema de defensa que garantice su soberanía y la seguridad de su población frente a posibles amenazas armadas extranjeras.
La ubicación de Lituania la convierte en un punto crucial para la estabilidad de Europa del Este. Comparte una frontera con el enclave ruso de Kaliningrado y con Bielorrusia, aliada de Rusia, lo que la sitúa en una posición vulnerable frente a tensiones geopolíticas. Estas condiciones se han agravado desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y la posterior guerra en Ucrania.
El temor a posibles agresiones extranjeras ha llevado a Lituania a reforzar sus capacidades de defensa. Además, el corredor de Suwalki, una estrecha franja de tierra que conecta Lituania con Polonia, se considera un posible objetivo estratégico en caso de un conflicto, ya que separa Kaliningrado de Bielorrusia.
Lituania ha incrementado consistentemente su gasto militar, superando el 2% del PIB recomendado por la OTAN. Este presupuesto se destina a la modernización de su ejército, la compra de armamento avanzado y la mejora de infraestructuras militares.
Lituania se unió a la OTAN en 2004, lo que marcó un hito en su estrategia de defensa. Esta membresía garantiza la protección bajo el artículo 5 del Tratado de Washington, que establece que un ataque contra un miembro es considerado un ataque contra todos. Además, el país participa activamente en ejercicios militares conjuntos, como «Defender Europa» y «Baltops», fortaleciendo la interoperabilidad con las fuerzas aliadas.
En respuesta a las tensiones con Rusia, la OTAN ha desplegado fuerzas multinacionales en los Estados bálticos. En Lituania, un batallón liderado por Alemania opera como parte del despliegue avanzado de la Alianza, ofreciendo disuasión contra posibles agresiones.
En 2015, Lituania reintrodujo el servicio militar obligatorio como respuesta directa a las amenazas percibidas en la región. Este programa ha fortalecido la reserva de soldados entrenados y ha fomentado el compromiso cívico con la defensa nacional.
Además de las amenazas físicas, Lituania enfrenta riesgos en el ciberespacio, especialmente ataques dirigidos a infraestructuras críticas y campañas de desinformación. En consecuencia, ha desarrollado capacidades avanzadas de ciberseguridad y trabaja estrechamente con socios internacionales para fortalecer su resiliencia en este ámbito.
La defensa del Estado lituano no recae exclusivamente en sus fuerzas armadas, sino también en la sociedad. El gobierno ha promovido programas de educación cívica y defensa, alentando a los ciudadanos a participar en ejercicios de preparación para emergencias y formar parte de organizaciones como la Unión de Fusileros de Lituania, una fuerza de defensa voluntaria.
A pesar de los avances, Lituania enfrenta desafíos significativos, incluyendo la dependencia de equipos militares importados, la proximidad a actores hostiles y la necesidad de mantener la cohesión interna en un contexto de amenazas híbridas. No obstante, su enfoque en la cooperación internacional, la modernización de sus fuerzas armadas y la movilización social refuerzan su capacidad para disuadir y responder a posibles ataques.
En conclusión, la defensa del Estado lituano es una prioridad nacional que combina una estrategia integral de preparación militar, alianzas internacionales y movilización ciudadana. A medida que las tensiones en Europa del Este persistan, Lituania seguirá fortaleciendo su posición como un bastión de estabilidad y resistencia en la región.
