Pues parece que sí, por lo menos para una cajera de un supermercado alemán de la localidad de Westfalen, a la que le pagaron con un «billete» de 30 euros, que no sólo acepto sino que también devolvió el cambio correspondiente al osado cliente.
Una vez que el cliente había abandonado la tienda en su bicicleta, la cajera se percató de su error, dando entonces aviso a la policía de lo sucedido.
Una vez localizado por la policía, este argumento que se había encontrado en la calle los billetes de 30 euros, y pensó que eran de broma, incluso se los enseñó a su mujer. Luego se los hecho al bolsillo y al ir a pagar lo sacó por error.
Según la Policía alemana, el billete pudo falsificarse como una broma, pero puede tener graves consecuencias para la persona que lo utilizó para comprar, pues será acusado de fraude.
Lo que no sabemos es de qué delito será acusada la que lo acepto como pago.
Noticia publicada por el diario alemán Bild.
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