Una moneda nos alerta de los peligros del Cambio Climático

Con forma de una circunferencia irregular, es la moneda que acaba de ser emitida por el Banco de Lituania hoy 28 de junio. Moneda con la que se quiere concienciar sobre el cambio climático y advertirnos de que no hay un planeta B, debemos de cuidar en el que vivimos, pues es nuestra única opción.

En el anverso de la moneda aparece el motivo principal revelado por medios artísticos: el planeta Tierra, que desaparece debido a un comportamiento imprudente y egoísta: el planeta perecerá si la humanidad no se responsabiliza de él. La composición está rodeada por la inscripción LIETUVA (LITUANIA), la denominación (10 euros), el año de emisión (2022) y la marca de ceca de la Casa de la Moneda de Lituania.

El reverso de la moneda lleva la inscripción simbólica NĖRA PLANETOS B (NO HAY PLANETA B).

Características
Facial 10 € 
Metal  Plata 925
Peso 23,30 gramos
Diámetro 45,90 x 47,10 mm
Precio en ceca 77 €
País Lituania
Volumen emisión 2.750
Calidad Proof

Con la emisión de esta moneda, el climatólogo y filósofo Silvestras Dikčius, también nos quiere alertar de la situación que hemos generado los hombres y de los peligros que supone que todo siga igual, resumiéndolo en el siguiente texto.

Por primera vez en la historia, somos capaces de modelar nuestro futuro, medir las consecuencias de nuestras acciones, ponerlas en ecuaciones para estimar los cambios en el sistema. Por primera vez, nos enfrentamos a una amenaza que se ha expandido anormalmente en el tiempo. Pensar en el futuro y planificarlo en décadas, generaciones o incluso siglos no es algo con lo que estemos bien familiarizados. El cambio climático no tiene un solo aspecto, un momento preciso, una ubicación o unos límites. El cambio climático es un compañero perpetuo de la humanidad, pero esta vez lo hemos provocado nosotros mismos.

Desde la perspectiva geológica del pasado, el clima global está cambiando a la velocidad del rayo. En la experiencia humana cotidiana, el cambio sigue pareciendo lento. Los científicos del clima han estimado que, en comparación con el periodo preindustrial, la temperatura media de nuestro planeta ha aumentado hasta 1,2 grados.

Hemos creado una civilización que depende de los combustibles fósiles. Una fuente de energía barata nos otorgó superpoderes, pero todo tiene un precio. En el transcurso de los últimos 150 años, hemos quemado miles de millones de toneladas de carbón, petróleo y gas natural. Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera son ahora más altos que en los últimos 800.000 años. Y estos niveles siguen aumentando cada año.

Nos hemos dejado encantar por la energía barata y no podemos detenernos. Las grandes cantidades de energía excedente ya no pueden ser absorbidas por el sistema climático. Los océanos están saturados de los residuos que producimos. Los árboles que podrían absorber parte de los gases de efecto invernadero se han reducido y se siguen talando.

El equilibrio está casi perdido. El objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados establecido por el Acuerdo de París ya es inminente. Pocos dudan de que este umbral se rebasará en las próximas dos décadas. Escenarios más sombríos predicen que sucederá antes de 2030.

Desde tiempos inmemoriales, el clima ha estado influenciado por la órbita de la Tierra, los cambios de eje y los volcanes. Cuando las condiciones ambientales cambiaban, nuestros antepasados simplemente recogían sus pertenencias y se trasladaban a otras zonas. Hoy en día esta opción ya no está disponible. La crisis de los refugiados en Siria es una advertencia para todos nosotros. Fue catalizada por una prolongada sequía sin precedentes que luego provocó disturbios en el país. Esta crisis demostró lo difícil que es escapar del peligro en el mundo moderno.

El galimatías megalómano de colonizar otros planetas del sistema solar suena a sueño romántico de un niño en busca de aventuras. Todo el mundo sabe bien que, en realidad, no existe el Planeta B. Incluso si algún día llega ese día en que las naves espaciales consigan zarpar hacia Marte o los satélites de Júpiter, no será un viaje majestuoso hacia las estrellas para toda la humanidad. Solo será para unos pocos seleccionados, una huida hacia un mundo más duro mientras se huye del monstruo que nosotros mismos hemos despertado.

El cambio climático es un problema existencial de la humanidad. Para comprenderlo, tenemos que alejarnos de nuestra percepción familiar del tiempo y el pragmatismo. Es un enigma perfecto. Para que el plan a largo plazo ‘la humanidad en el planeta Tierra’ no fracase, ahora es el momento de cambiar.

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2 respuestas a “Una moneda nos alerta de los peligros del Cambio Climático”

  1. Ivan dice:

    Como puedo cpnseguir esa moneda si soy de la Ciudad de Mexico?

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