La Casa de la Moneda francesa obligada a destruir 27 millones de monedas de sus nuevos diseños

El pasado 30 de noviembre os informaba de que en Francia se tenía previsto el cambio en el diseño de sus monedas de 10, 20 y 50 céntimos para este 2024, en los que sustituiría la imagen de la Sembradora, por tres personajes femeninos: Simone Veil, Joséphine Baker y Marie Curie.

La Monnaie  de Paris, equivalente a lo que aquí en España es la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, no tuvo en cuenta un detalle importante a la hora de empezar la acuñación de las nuevas monedas, y es que antes de esto los diseños deben ser aprobados por la Comisión Europea, algo que no ha sucedido.

Quizás el hecho de que sean una de las Casas de Moneda más importantes de Europa, a la que por cierto desde la propia institución europea se le permite muchas emisiones que no son muy éticas, como aprovechar la gran demanda de las monedas de 2 euros conmemorativas para hacer emisiones que no salen a circulación, y que utilizan únicamente para hacer negocio poniéndolas en venta a precios que multiplican varias veces su valor facial. Ha hecho que hayan metido la pata y ahora tengan que destruir 27 millones de monedas acuñadas que no han pasado, en esta ocasión, el filtro europeo.

Según informa el periódico francés «La Lettre«, Marc Schwartz, presidente y director general de la institución responsable de la fabricación y emisión de moneda en Francia, había dado en noviembre «la orden de acuñar estas nuevas monedas», aunque su nuevo diseño aún no había sido validado. por el organismo europeo competente en este ámbito.

Decidido a producir las monedas lo más rápido posible, con el objetivo de presentarlas al Ministro de Economía y Finanzas de Francia el 7 de diciembre, el director general incluso presionó a sus empleados para que aumentaran su carga de trabajo. Según La Lettre, «los trabajadores de la Monnaie de Paris trabajaron en tres turnos de ocho horas, cuatro días seguidos a finales de noviembre» para poder cumplir los plazos impuestos por su jefe.

En su deseo de actuar con rapidez, Marc Schwartz olvidó sin embargo un detalle importante: para que estos nuevos céntimos pudieran ponerse en circulación, el diseño de las monedas debía ser validado por Europa. El 1 de diciembre, se informó a la Casa de la Moneda francesa que se rechazaba los nuevos diseños, debido a un detalle que podía causar problemas: «estrellas difícilmente legibles». 

Moneda acuñada hasta 2023 en la que las estrellas se ven perfectamente

Tras este jarro de agua fría , la Monnaie de Paris tuvo que revisar el diseño y presentar una segunda versión, esta vez validada. La institución acuñó entonces urgentemente otros 27 millones de nuevas monedas, lo que implicó nuevas sobrecargas de trabajo para los trabajadores. Mientras tanto, las monedas de la primera acuñación no sirven y han tenido que ser destruidas.

Monedas con el nuevo diseño que no ha sido aprobado y serán destruidas, pues las estrellas no se ven claramente.

Mientras el director general de Monnaie de Paris culpa al “Estado francés”, el Ministerio de Economía y Finanzas intentó minimizar las consecuencias de este gran error. Según La Lettre, los céntimos destruidos sólo representarían el 4% de la producción anual de la institución pública. Se calcula que está mala actuación puede generar un coste de entre 700.000 y 1,2 millones de euros.