Monedas sin memoria histórica: Trump elimina la abolición, el sufragio femenino y los derechos civiles de la emisión de 2026

Las monedas dicen mucho más de un país que su valor facial. Hablan de qué se celebra, qué se silencia y qué versión del pasado se quiere proyectar al futuro. Por eso, lo ocurrido con las monedas conmemorativas de Estados Unidos para 2026, año del 250 aniversario de su independencia, merece algo más que una nota técnica: merece una reflexión crítica.

La administración de Donald Trump ha decidido retirar varios diseños ya aprobados que iban a conmemorar hitos fundamentales de la historia social estadounidense: la abolición de la esclavitud, el sufragio femenino y el movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos. En su lugar, se han impuesto monedas dedicadas a episodios y figuras mucho más cómodas para una visión tradicional del pasado: colonos, Padres Fundadores, guerras y presidentes de sobra conocidos.

Desde el punto de vista numismático, la decisión es llamativa. Desde el punto de vista histórico y político, es profundamente reveladora.

Un programa que ya estaba decidido

Conviene recordarlo: estos diseños no eran ocurrencias improvisadas. El Congreso estadounidense había autorizado expresamente una serie de cuartos de dólar para 2026 que reflejara distintos momentos clave del desarrollo del país. Comités técnicos y artísticos trabajaron durante meses evaluando propuestas, como se hace siempre, y dieron luz verde a una serie equilibrada que combinaba los orígenes del Estado con las grandes luchas por la ampliación de derechos.

La idea era clara: no solo celebrar 1776, sino mostrar que Estados Unidos también se define por procesos posteriores, a menudo incómodos, pero esenciales. La abolición de la esclavitud, el derecho al voto de las mujeres o la lucha contra la segregación racial no eran “añadidos ideológicos”, sino hechos históricos incontestables.

Todo eso fue descartado en el último momento.

De la diversidad al relato único

Los diseños finalmente aprobados dibujan una serie muy distinta. El protagonismo vuelve a recaer en los mismos nombres y símbolos de siempre: Washington, Jefferson, Madison, Lincoln; el Mayflower; la Guerra de Independencia. Nada nuevo para el coleccionista, nada arriesgado desde el punto de vista institucional.

El problema no es lo que aparece en las monedas, sino lo que ya no aparece. Desaparecen las mujeres como sujetos históricos. Desaparecen los afroamericanos. Desaparecen los conflictos sociales. La historia queda reducida a una sucesión de hombres ilustres y gestas fundacionales, como si el país se hubiese construido sin tensiones, sin exclusiones y sin luchas.

Para una emisión conmemorativa del 250 aniversario, el mensaje es claro: se celebra el origen, pero se evita hablar del camino.

Política, cultura y miedo al pasado incómodo

No es difícil encajar esta decisión dentro del discurso político de Donald Trump. Su cruzada contra lo que llama “historia woke” lleva años traduciéndose en ataques a museos, universidades y programas educativos que abordan el racismo, la esclavitud o la discriminación de género.

Las monedas no han sido una excepción. Al contrario: son un soporte perfecto para imponer una narrativa simplificada y patriótica, sin fisuras ni preguntas incómodas. Que la abolición de la esclavitud o los derechos civiles resulten “demasiado conflictivos” para aparecer en el dinero oficial dice mucho del clima cultural que se quiere promover.

Y resulta especialmente irónico que este revisionismo venga de un presidente que no pierde ocasión de acusar a Europa de decadencia moral, mientras elimina de la moneda oficial cualquier referencia a los avances sociales que definieron la modernidad democrática.

Numismática y memoria: algo más que metal

Desde Europa —y desde España en particular— conviene mirar este episodio con atención. La numismática no es ajena a la política, aunque a veces queramos creer lo contrario. Las monedas son documentos históricos, pequeños pero persistentes. Circulan, se guardan, se heredan. Lo que aparece en ellas acaba formando parte del imaginario colectivo.

Eliminar ciertos episodios del relato numismático no los borra de la historia, pero sí revela qué memoria se considera legítima y cuál se prefiere arrinconar. En ese sentido, la emisión estadounidense de 2026 no destaca por lo que celebra, sino por lo que decide no recordar.

Una oportunidad perdida

Para coleccionistas, historiadores y aficionados, la sensación es clara: se ha perdido una ocasión excepcional para ofrecer una visión más honesta y completa de la historia de Estados Unidos. Una visión que no renunciara al orgullo nacional, pero que tampoco temiera reconocer las luchas que hicieron posible una sociedad más justa.

Las monedas de 2026 circularán durante años. Y cuando alguien las observe con detenimiento, quizá se pregunte por qué en un aniversario tan señalado no hay rastro de la abolición, del voto femenino o de los derechos civiles. Esa ausencia, al final, también es un mensaje.

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Una respuesta a “Monedas sin memoria histórica: Trump elimina la abolición, el sufragio femenino y los derechos civiles de la emisión de 2026”

  1. Raúl dice:

    Pues échale un vistazo a esto y tiembla:

    https://www.usmint.gov/news/media-kit/semiq-dollar-coin

    Si no fuera porque esta gente celebra los inocentes en abril pensaría que es una inocentada por adelantado.

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