El Banco Nacional checo ha emitido tres monedas de circulación con faciales de 20 coronas (o,77€) para conmemorar el centenario de la fundación de Checoslovaquia, en la que se representan a tres personajes considerados padres fundadores del país, Tomáš Garrigue Masaryk, Edvard Beneš y Rastislav Štefánik.
El 1 de enero de 1993 se escindía Checoslovaquia de común acuerdo y pacíficamente, volviendo a la situación histórica anterior, cuando fue fundada el 28 de octubre de 1918 como uno de los estados sucesores del Imperio austrohúngaro, dando de nuevo lugar a los dos países iniciales precedentes: la República Checa (o Chequia) y Eslovaquia.
Esta serie consta de seis monedas bajo la denominación «Personalidades del Estado Checoslovaco», las tres primeras se emitieron la semana pasada y las otras tres, dedicadas a Alois Rašín, Vilém Pospíšil y Karel Englis, lo harán a finales de enero del próximo año.
De cada moneda se han emitido un total de 200.000 piezas, algo que al parecer ha sido insuficiente, si tenemos en cuenta la locura que se ha desatado en el país para conseguir tener las tres primeras. Se han formado colas en la que había que esperar más de cuatro horas, hasta poder llegar a conseguir tres monedas de cada una, cantidad máxima fijada por los bancos para intentar que lleguen al mayor número de personas. Pero como en tantas otras ocasiones, está inusitada pasión por la numismática, viene dada por que las monedas se pueden vender fácilmente por por cinco veces su valor facial, hecho que no ha pasado desapercibido para los medios de comunicación que se han se hecho eco y con ello han aumentado más si cabe la demanda de estas.
Añadir por último, que también se tiene previsto emitir el año que viene un billete de 100 coronas (3,87€), dedicado al mismo tema y que se podrá utilizar como medio de pago.
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