Emitida una moneda para un perro de raza Mudi en el Día Mundial de los Animales

El Banco de Hungría emite hoy 4 de octubre, con motivo del Día Mundial de los Animales, una moneda de 2.000 florines dedicada a la raza de perro Mudi. Esta moneda de colección, que presenta al Mudi es la cuarta de la serie de razas de perros pastores y de caza húngaros iniciada en 2019, tras el Vizsla húngaro, el Komondor y el Galgo húngaro. 

En 2004, todas las razas de perros domésticos, incluido el Mudi, fueron declaradas tesoro nacional por el Parlamento de Hungría. Y en 2017, este perro pastor se incorporó a la Colección Hungaricum (término que indica un valor digno de distinción y singularidad típicamente húngaro), junto con otras ocho razas caninas autóctonas. 

La moneda de colección dedicada al Mudi sigue la elección de motivos que caracteriza la serie: el perro se representa en el anverso como una sola figura, mientras que en el reverso se sitúa en una escena típica de la raza.

El motivo central del anverso es una vista lateral de un Mudi con la cabeza girada hacia la derecha. En la parte superior, en una leyenda semicircular, aparece la inscripción «MAGYARORSZÁG» (Hungría); en la parte inferior, la denominación «2000» y la inscripción «FORINT», con la marca de ceca «BP.» a la izquierda y el año de acuñación «2022» a la derecha.

En el reverso de la moneda muestra una escena de pastoreo: un pastor y su perro con un rebaño de ovejas pastando en el fondo. La palabra «MUDI» está inscrita en una leyenda semicircular en la parte inferior, a la derecha se encuentra la marca maestra del artista Áron Bohus, que diseñó la moneda. 

Esta moneda de colección está hecha a partir de una aleación de cobre (75%), níquel (4%) y zinc (21%). Pesa 16 gramos y tiene un diámetro de 34 mm. La emisión está limitada a tan solo 20.000 unidades, todas en calidad Proof.

MUDI

Es un perro de tamaño medio. Las hembras pesan entre 8 y 11 kg y tienen una altura de entre 38-44 cm, mientras que los machos pesan entre 11 y 13 kg y miden entre 41 y 47 cm.

El origen del Mudi no es rastreable oficialmente. A partir de 1930, Dezső Fényes, director del museo de Balassagyarmat, empezó a criar el Mudi, pero más tarde hubo que luchar por la supervivencia de la raza. Los mudis son ahora un perro de trabajo común en Hungría. Utilizado principalmente para el pastoreo de ovejas, este perro inteligente, trabajador y valiente también hace un gran trabajo, junto al boyero húngaro, con los caballos y en la caza. Como perro pastor, puede trabajar solo o en pareja, y puede pastorear cientos de ovejas por sí solo. Los animales a proteger se mantienen bajo control observándolos y emitiendo sonidos. Mantiene contacto visual con el pastor y reacciona a los asentimientos. Aunque está muy extendido en Hungría, es raro encontrar ejemplares de esta versátil raza fuera de Hungría.

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