Normalmente pensamos que las sugerencias o reclamaciones que se hacen ante organismos ofíciales suelen caer en saco roto, más aún cuando se hace a un organismo europeo, pero hoy vamos a conocer que no siempre es así, con un ejemplo de cómo un coleccionista de monedas ha conseguido que la Comisión Europea haya «invitado» a que un país de la eurozona haga unas modificaciones al diseño que había presentado para la emisión de una moneda de 2 euros conmemorativa, que en principio había pasado todos los filtros previos a la autorización para ser acuñada.
Para los que no conozcáis como funcionan los preliminares para la emisión de una moneda de 2 euros conmemorativa, deciros que una vez elegido por el país emisor el tema para la moneda, deberá enviar a la Comisión Europea la información sobre el tema al que estará dedicada y un boceto que muestren los motivos que mostrará la pieza. El tema y el boceto será presentado al resto de países de la eurozona por donde podrá circular la moneda. Si alguno de los países piensa que la moneda puede presentar motivos inadecuados u ofensivos para su nación, pueden hacer que se cambie el motivo o las imágenes que presentan, e incluso pueden llegar a vetarla, con lo que esta moneda no contará con la necesaria autorización para ser acuñada.
El caso que os voy a exponer tiene como protagonista a Estonia y la moneda de 2 euros conmemorativa que emitirá en otoño de este año bajo el tema «El Lobo, animal nacional de Estonia». Como es preceptivo Estonia presentó a la Comisión Europea y al resto de países su intención de emitir esta moneda que acompañó del boceto con la imagen de lo que se representará en la moneda. Una vez examinada por todos, nadie puso ninguna objeción ni al tema ni al diseño, con lo que había vía libre para la acuñación de la moneda.
Pero no solo están las instituciones para comprobar que los diseños no puedan ser ofensivos o incluso utilizados por terceros como método propagandístico. Hay muchos coleccionistas que se fijan en los detalles que presentan y aquí es donde entra en escena un coleccionista alemán, Rudolf Diephuis, quien avisa a la Comisión Europea de que el motivo que presentará la moneda no es adecuado.

Viendo la imagen del boceto de la moneda a nadie, o casi nadie, le parecerá que el motivo representado pueda contener nada que pueda herir sensibilidades, pero para Rudolf, sí, este motivo no era adecuado. Mirar la imagen que os muestro debajo y os explico.

Como podéis apreciar muestra un gran parecido con el diseño de la moneda. Ahora os preguntareis, ¿Dónde está el problema?…El problema viene que ese es el logo perteneciente a los Lobos Grises, organización racista, xenófoba, paramilitar de extrema derecha nacionalista originaria de Turquía, que especialmente en la década de 1970 protagonizó numerosos actos de violencia y asesinatos.
Esta similitud entre ambas siluetas fue puesta en conocimiento de la Comisión Europea por Rudolf. Aunque desde Europa se le contestó desvinculando ambas siluetas y justificando el diseño, lo cierto es que requirieron a Estonia a que realizara una serie de modificaciones para que no se pudieran confundir una imagen con la otra.

El diseño finalmente ya ha sido modificado y aunque la Comisión Europea no haya especificado el motivo, ya os lo he contado aquí. Es gratificante comprobar que seguirá siendo una bella moneda y no podrá ser utilizada, por ejemplo, como motivo propagandístico por esta organización que cuenta con ramificaciones por varios países europeos y que en noviembre de 2020 ya fue ilegalizada en Francia.
Si quieres conocer más sobre esta moneda aquí os la presenté el pasado 8 de junio.

























